La Restitución Simbólica
Te invito a descubrir esta maravillosa técnica !
Una restitución simbólica se apoya en el sentimiento de la persona que se ha sentido agredida o violentada por un gesto, una frase, un acto sobre su cuerpo, sea cual sea la intención de la persona que ha realizado ese gesto.
Ciertas situaciones de violencia (abuso sexual, maltrato físico o psicológico reiterado) dejan
heridas casi imposibles de curar si no se expresan con palabras o son mediadas por un símbolo.
Para sanar, será necesario poder dar un sentido, poner palabras donde faltan y proporcionar cuidados simbólicos.
Son los actos simbólicos los que permiten curar una herida y concluir situaciones, historias o discursos que nos lastiman.
La idea que subyace es que, aunque no pueda cambiar mi pasado, puedo cambiar la relación que tengo con él.

¿Cómo funciona la Restitución Simbólica?
Cuando nuestro cuerpo absorbe un alimento en mal estado, o una sustancia tóxica, se defiende rápidamente regurgitándolo, devolviendo, evacuando lo que le estaba haciendo daño.
Curiosamente, cuando se trata de acciones toxicas, actos violentos, situaciones extremadamente desagradables y no sanas, tenemos tendencia a guardarlas y encapsularlas largo tiempo dentro nuestro.
Es posible "restaurar" una violencia recibida a través de actos simbólicos, ayudándonos por ejemplo de una foto, un objeto, una carta, una puesta en escena, etc. Hay muchas maneras simbólicas de las cuales apoyarnos, la persona decidirá la más apropiada y la que más le convenga.
La idea es liberar, volcar hacia fuera lo que no es deseable mantener dentro de uno mismo, dado que eso que guardamos dentro puede alimentar y sostener el foco de una herida psicológica, moral o física.
La restitución puede ser dirigida hacia quien nos procuro el daño o no. Siempre actuando con respeto al otro y a uno mismo. Nunca puede consistir en un recurso de violencia o de venganza.
Al practicar estos actos de restitución nos estamos cuidando y respetando en todas nuestras dimensiones.
La restitución simbólica nos permite liberarnos de lo que nos obstruye y de lo que nos desordena para poder restablecer la armonía en nuestras vidas.
